Árboles andantes: ¿verdad o mito?

Al igual que en los mitos de Ents: los árboles parlantes creados por JRR Tolkien en la obra El Señor de los Anillos – En la Reserva Sumaco en Ecuador, los árboles que caminan son reales y se mueven lentamente con sus raíces aproximadamente 20 metros al año en busca de una mejor posición para alcanzar la luz del sol.

Fuente: BBC

Los árboles Sócrates exorciza, más conocidos como «árboles andantes», llaman la atención. Y durante años fueron un misterio para los biólogos que debatían sus andanzas. Ubicados en las selvas tropicales de América Central y del Sur, incluido el Amazonas, los movimientos de estos árboles son un ejemplo de cuándo la realidad triunfa sobre la ficción.

¿Qué dice la ciencia sobre los árboles que caminan?

A lo largo de las décadas, los vagabundeos de estos árboles han dado lugar a discusiones entre los científicos. Em 2005, o biólogo Gerardo Ávalos, diretor do Centro de Estudos de Desenvolvimento Sustentável da Costa Rica, disse que os movimentos das árvores eram apenas um mito, já que as raízes que brotavam delas não as ajudavam a se mover e que o tronco ainda estava En el mismo lugar.

«Pensar que un árbol realmente puede mantenerse al día con los cambios en la luz del sol que se mueve lentamente sobre el suelo del bosque es un mito que a los guías turísticos les resulta divertido contarles a los visitantes de la jungla», dijo Ávalos a WordsSideKick.com.

Sin embargo, en 2015, el paleobiólogo Peter Vrsansky, del Instituto de Ciencias de la Tierra de la Academia de Ciencias de Bratislava, afirmó haber visto el fenómeno de cerca. como le explicó a BBC, este tipo de palmera camina por sus raíces aéreas que la ayudan.

«A medida que el suelo se deteriora, la Sócrates exorrhizax produce raíces nuevas y largas que buscan un suelo sólido que puede llegar hasta los 20 metros. Una vez que las raíces se asientan en el nuevo suelo, el árbol se dobla hacia la nueva ubicación en un proceso que puede llevar hasta dos años «, dijo Vrsansky.

Las raíces viejas también abandonan el suelo y avanzan con la planta en el aire. De esta manera, luchan, junto con otras plantas tropicales, por buscar la luz del sol y un suelo más firme, en lo que sería una verdadera carrera por la supervivencia.

Fuente: GettyImages

Sin embargo, exactamente lo que hace que los árboles caminen sigue siendo un misterio para la ciencia. Los biólogos coinciden en que sus raíces les permiten un mejor soporte y estabilidad al tallo, por lo que pueden alcanzar más alturas y por tanto más sol, pero aún no se sabe qué propiedad específica les permite transferir.

En Ecuador, existe una de las grandes reservas de este tipo de árbol andante, donde también se encuentran más amenazados. El desarrollo agrícola del país y la venta de su madera frena su ritmo, además de la amenaza del canto rodado barbiblanco, también conocido como jabalí, su principal depredador.

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