El culturista más viejo del mundo cumple 80 años con un cuerpo admirable
Los gimnasios llenos de gente haciendo CrossFit no nos dejan mentir: en nombre de un cuerpo “sano” y una mejor calidad de salud, todo vale, desde la inversión económica, que no suele ser baja, hasta el esfuerzo físico extremo, que Nos hace perder mucho sudor, pero también esa poca grasa que te molesta.
Además del tema del acondicionamiento físico, practicar un deporte, sea el que sea, es bueno en términos de salud, al fin y al cabo, al contrario de lo que podemos pensar los fines de semana de frío y lluvia, lo cierto es que el cuerpo humano estaba hecho para moverse.
Ernestine Shepherd, el ejemplo
¡Muchas provisiones!
Si lo que necesita es motivación, ¿quién no, después de todo? -, es hora de conocer a una joven de 80 años, la culturista Ernestine Shepherd, de Baltimore, EE. UU. Hoy en día, se encuentra entre las culturistas más antiguas del mundo y celebra su reciente cumpleaños mostrando un cuerpo esculpido y saludable.
Además del culturismo, Ernestine participa en maratones y competiciones, y si crees que es el tipo de persona que nació en un gimnasio, no lo sepas. Fue solo después de los 56 años que ella, junto con su hermana, decidió hacer ejercicio. Los dos se enamoraron de las actividades aeróbicas y comenzaron a participar en pequeñas competencias.
Las cosas evolucionaron y el entrenamiento se convirtió en parte de la rutina de Ernestine hasta que, en 2010, ingresó al Libro Guinness como la culturista más vieja del mundo. ¿Es asombroso o no?
Rutina
Obviamente, es necesario estar dispuesto y recibir el golpe más duro.
La rutina de Ernestine es bastante ajetreada y, solo para que te hagas una idea, se levanta de la cama a las 3 de la mañana y comienza su ritual de meditación. Después, una buena caminata te da la energía que necesitas para tu entrenamiento, que comienza a las 8 a. M. Otra regla en tu vida: nunca te vayas a dormir después de las 10 de la noche. La dieta se basa básicamente en arroz, pechuga de pollo, frutos secos, cereales, huevos y, por supuesto, mucha agua. Para mejorar, quien prepara todas las comidas del deportista es su marido, con quien está casada desde hace 60 años.
El gran legado de Ernestine parece ser el de mostrarnos que es posible adoptar hábitos de vida saludables independientemente de la edad, y es precisamente esta clave la que lleva golpeando desde hace tiempo. Por supuesto, hay momentos difíciles y desmotivadores, pero ¿no es así la vida misma? Si nos damos por vencidos cuando algo se siente demasiado pesado, es poco probable que evolucionemos. ¿Estás de acuerdo?