¿Es posible calcular el peso de una nube?

Cuando nos detenemos y miramos una nube, es difícil no imaginarla como algo extremadamente liviano que puede sostener con el dedo meñique; sin embargo, ¿alguna vez se ha detenido a pensar cuánto pesan realmente estos grupos de gotas de agua condensada?

Para la investigadora Peggy LeMone, que trabaja para el Centro Nacional de Investigación Atmosférica (una institución científica estadounidense), decidió buscar una manera de encontrar el peso exacto de un cúmulo – tipo de nube más común que se forma en entornos donde el aire es más estable.

Una nube cúmulo Fuente de imagen: Reproducción / InfoSchool

¿Cómo funciona este método?

La técnica utilizada por el científico es bastante sencilla. Primero, calcule qué tan densa es la nube que se analizará; en el caso de los cúmulos, esta tasa suele ser de ½ gramos de agua por metro cúbico, según los análisis científicos.

A continuación, debe averiguar el tamaño aproximado de la nube, algo que puede hacer analizando su sombra cuando el sol está justo encima de ella. Según LeMone (a quien le gusta averiguar el tamaño exacto de un cúmulo conduciendo sobre su sombra y mirando el odómetro de su automóvil), una nube promedio tiene en promedio un kilómetro de diámetro.

Además, como suelen ser cúbicos, se puede calcular que también tiene un kilómetro de altura; por tanto, cien mil millones de metros cúbicos de volumen.

Ahora todo lo que tiene que hacer es hacer un cálculo simple con densidad y volumen para averiguar cuánta agua hay en la nube. En este caso, son 500.000.000 gramos de agua. ¿Quiere ver mejor lo pesado que es? LeMone explica que es el equivalente a unos 100 elefantes, unos 2.500 burros o 33 apatosaurios, si estuviéramos en la prehistoria.

Fuente de imagen: Reproducción / Foto

¿Eh?

¿Impresionado? Bueno, si te estás preguntando cómo algo tan pesado puede volar tan fácil y pacíficamente sobre el cielo, la respuesta es aún más simple: todo ese peso se distribuye en billones de partículas increíblemente diminutas esparcidas por un espacio realmente grande. Algunos de ellos son tan pequeños que se necesitarían millones para formar una sola gota de lluvia; por lo tanto, la gravedad sobre ellos es insignificante.

Además, la nube flota porque es menos densa que el aire seco; sin embargo, cuando la densidad del agua aumenta y las gotas se vuelven más pesadas, la nube se rompe y comienza la lluvia que todos conocemos. Interesante, ¿no?

*Publicado originalmente el 27/04/2013.

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