La historia de la ropa interior: desde su aparición hasta convertirse en un artículo de moda
En estos días, músicos como Calvin Harris y futbolistas como David Beckham aumentan su fortuna protagonizando campañas de solo bragas. Sin embargo, a pesar de esta popularidad, que llega al punto de ser impresa en vallas publicitarias en todo el mundo, los hombres todavía no comentan mucho sobre el tipo de ropa interior que usan, aunque según consultores de estilo de vida, están muy orgullosos de la ropa interior que usan.
Históricamente, las mujeres ya se han enfrentado, por ejemplo, al uso de corsés, que algunas de ellas consideran muy difícil. A los hombres, por el contrario, no les gusta nada que apriete demasiado a su fiel escudero, por lo que entre las preferencias se encuentran materiales más elásticos que se adapten mejor al cuerpo.
Los modelos actuales son variados: deslizar (el más tradicional y más vendido de Brasil, que está tallado en los lados), Boxer (por lo general no marca el cuerpo y es preferido por hombres altos ya que “acorta” las piernas), Canción de samba (que hace que todo sea mucho más flojo), bañador (término medio entre slip y boxer) y suspensorio (Solo cubre el pene, dejando las nalgas expuestas).
Los modelos más comunes en Brasil: slip, bañadores, boxers y bóxers
las primeras tangas
Históricamente, la primera ropa interior apareció hace 7.000 años, cuando el hombre prehistórico creó una tanga de cuero similar a un pañal. Los restos de estas piezas primitivas fueron descubiertos por arqueólogos, dando una idea de cómo nuestros antepasados comenzaron a cubrir sus “partes”.
En el Antiguo Egipto, el rey Tutankamón, que murió en 1324 a. C., fue enterrado junto con docenas de elaborados taparrabos de seda. Eran triangulares y tenían extremos más largos, que se podían atar alrededor de las piernas. Los antiguos griegos también tenían sus propios taparrabos, pero se especula que solo los usaban los esclavos.
Con el surgimiento del Imperio Romano, la ropa interior masculina comenzó a tomar nuevas formas: una mezcla de tanga y pantalones cortos se hizo bastante popular en ese momento. En el siglo XIII, llegó el momento de los inicios de la ropa interior larga: pantalones de lino que cubrían toda la pierna y eran muy usados tanto por los campesinos como por la realeza.
Bragas prehistóricas, romanas y “braies” (los inicios de la ropa interior larga)
De los pantalones a la ropa interior sin cordones
Durante el Renacimiento, estos pantalones dejaron de cubrir las partes íntimas para facilitar la micción: se volvieron como enormes calcetines que cubrían todo menos el pene. En el futuro, fueron reemplazados por versiones que cubrían las intimidades, pero que contenían botones para facilitar su lanzamiento.
Después de la Revolución Industrial, la invención de la bicicleta también hizo que la ropa interior tomara nuevos contornos: era necesario proteger mejor el pene durante el pedaleo en calles adoquinadas. El auge de las telas de algodón ayudó durante este período, dando lugar a ropa interior similar a los suspensorios actuales, que soportaban mejor los genitales.
En el siglo XX surgieron dos revoluciones: la ropa interior sin cordones y los calzoncillos tipo bóxer. Estos últimos se derivaron de los bóxers y entraron al mercado en la década de 1920. La ropa interior tipo slip, creada en 1935, con una abertura en “Y” en la parte delantera, fue tan revolucionaria en la moda masculina que se comparó con la apariencia del sujetador unas dos décadas antes.
El modelo slip con forma de “Y” en la parte delantera fue una de las mayores revoluciones en la ropa interior masculina.
sexo, moda, poder y dinero
La década de 1950 trajo una mayor variedad de telas y colores a la fabricación de ropa interior, pero fue solo en la década de 1980 que surgió una nueva revolución: los calzoncillos tipo bóxer. Fue durante este período que la publicidad también comenzó a utilizar modelos masculinos casi desnudos para comercializar los productos, lo que le dio a la ropa interior un estatus cada vez mayor de sexo, moda, poder y dinero.
Diseñadores como Calvin Klein fueron pioneros en este sentido, ya que pusieron al hombre en el centro de atención: su campaña con el entonces rapero Marky Mark (que luego se convertiría en actor Mark Wahlberg) fue uno de los mayores éxitos de la época. La idea era mostrar que los hombres de verdad usaban calzoncillos tipo bóxer y que los que todavía optaban por los slips eran hijos de mamá, ¡incluso vestidos con ellos!
En un principio, este nuevo estilo masculino atrajo principalmente al público gay, por eso la resistencia, hasta hoy, de los hombres heterosexuales a asumir la vanidad en la elección de su ropa interior. Sin embargo, esta realidad está cambiando cada vez más: entre 2000 y 2005, en Reino Unido, las ventas anuales de ropa interior tuvieron un incremento del 25%, es decir, no solo los gays buscan comodidad y elegancia a la hora de vestir. vestirse.
En la década de 1990, la campaña de Calvin Klein con el entonces rapero Mark Whalberg ayudó a transformar la ropa interior en una pieza de moda, cuyo propósito va mucho más allá de la comodidad.
Y tú, ¿cuál es tu estilo de ropa interior favorito? ¿Crees que esta discusión sigue siendo un tabú? ¡Asegúrate de comentar!