Los 5 productos para la piel que los dermatólogos no usan en absoluto
1 – Protectores solares sintéticos
Por supuesto, es fundamental utilizar protección de los rayos solares, pero es necesario prestar especial atención a los componentes del producto elegido. Los protectores que tienen benzofenonas o cinamatos no son un gran problema, dice la dermatóloga Liz Earle.
Ella explica que estos componentes hacen que la piel sea más sensible y que su uso está relacionado con el daño celular. Lo mejor es apostar por protectores reflectantes minerales, como el óxido de zinc y el dióxido de titanio. En caso de duda, lea siempre las etiquetas de los productos.
2 – Maquillaje no mineral
Este artículo puede contener oxicloruro de bismuto, que causa irritación en la cara. Esto se debe a que los poros están bloqueados y la piel no puede respirar correctamente. Lo ideal es buscar productos que tengan zinc y dióxido de titanio, el primero tiene un rendimiento que no irrita la piel y el segundo nos protege de los rayos solares.
3 – Productos con ftalatos
Esta sustancia, que está relacionada con una mayor incidencia de cáncer de mama y problemas reproductivos, se encuentra en algunos productos para uñas. El consejo es evitar los esmaltes de uñas y los quitaesmaltes que contienen ftalato de dibutilo y ftalato de dietilo. Así es: leer las etiquetas es realmente importante.
4 – Exfoliante demasiado fuerte
Exfoliar la piel es fundamental para eliminar las células muertas y otros residuos al realizar esa agradable limpieza. El problema es que algunas marcas tienen productos que son demasiado toscos, que pueden terminar haciendo más daño que bien.
Al comprar un exfoliante, prefiera un producto que no sea excesivamente áspero y que esté elaborado con productos naturales. Los exfoliantes con ácidos alfahidroxílicos son una buena opción.
5 – Productos de fragancias
Los productos para la piel no necesitan tener fragancias, ya que pueden crear reacciones alérgicas e irritación. Incluso a la hora de elegir aceites o cremas hidratantes, lo mejor es apostar por aquellos que no son muy perfumados, por muy triste que parezca.