¿Por qué bostezar es contagioso? ¡Los científicos desentrañan el misterio!
Ves a una persona bostezando y, casi automáticamente, también abres la boca, incluso si no tienes sueño ni estás aburrido. ¿Por que sucede? Hasta hace poco, este hecho era un misterio. Ningún científico pudo descubrir la razón por la que los bostezos son contagiosos. Pero eso pudo haber sido en el pasado.
Investigadores de la Universidad de Viena llevaron a cabo un estudio junto con la Universidad Nova Southeastern y SUNY College, en Estados Unidos, y concluyeron que el bostezo contagioso ocurre solo en ciertas áreas con temperaturas exteriores suaves, excluidas las temperaturas extremas (demasiado calientes o demasiado frías). .
Sentimos ganas de bostezar cuando vemos al otro bostezar porque es un mecanismo de supervivencia que tiene el efecto secundario de refrescar nuestro cerebro, haciéndonos más alertas y menos propensos a tomar siestas. Es casi un proceso de comunicación: nuestro cerebro es el receptor que recibe el mensaje del remitente y reproduce la acción.
Cómo se realizó la investigación
Jorg Massen y Kim Dusch, de la Universidad de Viena, durante el verano y el invierno, se acercaron a los peatones, mostraron fotografías de personas bostezando y observaron si las personas reproducían el mismo acto. El resultado se comparó con un estudio idéntico realizado en el clima árido de Arizona, Estados Unidos.
Concluyeron que no se trata de las estaciones ni de la luz del día. El bostezo contagioso ocurre según la zona térmica o temperatura ambiente en torno a los 20º C. En cambio, cuando el clima estaba por encima de los 37º C (muy caluroso) o en torno a heladas (muy frío), el bostezo contagioso disminuía considerablemente.
Massen, autor principal de la investigación, dice que bostezar no es funcional cuando la temperatura ambiente es tan alta como nuestro cuerpo y puede ser innecesario o incluso dañino. Nuestro cerebro lo sabe y actúa exactamente de esa manera.
Entender mejor el acto de bostezar
De forma espontánea, el bostezo puede ocurrir antes y después de dormir, cuando estamos aburridos, bajo estrés o cuando nos estimulan a hacerlo. Los científicos dicen que, ya sea de forma espontánea o contagiosa, el acto de bostezar está relacionado con la regulación de la temperatura del cerebro, ya que ayuda a aumentar el suministro de oxígeno.
Bostezar mantiene equilibrada la temperatura del cerebro. Por esta razón, los investigadores también afirman que los bostezos excesivos en el frío pueden incluso ser perjudiciales, ya que pueden enfriar mucho el cerebro.
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Científicamente probado o no, sigue siendo muy interesante que bostecemos cuando vemos a alguien haciéndolo. ¿Y tu? ¿Bostezaste al ver nuestras imágenes?