¿Por qué la gente se enamora tanto de sus compañeros de trabajo?
Cualquiera que nunca haya estado enamorado de alguien en el trabajo no sabe cómo es posible esperar que llegue pronto el lunes por la mañana. Es esa cosa: de repente, entre un café y otro, entre una sonrisa y otra, el corazón se acelera, el horas felices se vuelve más frecuente, empiezas a ponerte tu mejor ropa y, en poco tiempo, la persona que teóricamente debería ser un compañero más es ascendida a Persona especial.
Esta situación posiblemente ya te haya pasado a ti, a un amigo cercano, a alguien de tu familia y, por supuesto, a alguien de tu trabajo. La verdad es que enamorarse de alguien de la firma es bastante común, y solo necesitas arreglarlo un poco más para resolverlo, en caso de que aún no lo hayas descubierto.
Tech Insider publicó recientemente un vídeo que nos da una explicación psicológica de este fenómeno, al fin y al cabo, mega curiosos que somos, realmente queremos descubrir las razones ocultas de todo lo posible.
Según el psicólogo Adam Galinsky, quien también es escritor y profesor en la Universidad de Columbia, los dos factores principales que hacen que las personas se enamoren son las similitudes y la cercanía.
fácil fácil
Nada mejor que un flechazo recíproco …
En términos de similitud, es esa cosa: nos gustan las personas que tienen los mismos gustos que los nuestros, que están interesadas en los mismos temas, que disfrutan de la misma música, las mismas películas, etc. La cuestión de la proximidad también es bastante lógica: es mucho más probable enamorarse de personas cercanas, al menos en la misma ciudad, que de personas lejanas.
Tanto la proximidad como las cosas que tenemos en común son factores que favorecen la interacción entre las personas. Cuanto más interactuamos con ellos, más nos familiarizamos, y ¿adivinen qué? La familiaridad que tenemos con alguien es la fuente de atracción para nacer y desarrollarse.
Ahí está esa historia: hablamos más, interactuamos más, contamos más historias divertidas, confiamos más, nos llevamos más bien y, lo que se suponía que era una relación de trabajo, puede terminar en romance. Para Galinsky, es por eso que es problemático prohibir las relaciones románticas en entornos laborales, después de todo, por todas las razones que mencionamos, la oficina parece ser mejor que Tinder y el club. ¿Estás de acuerdo?