¿Por qué no hay animales de tres patas?
Por qué no hay trípedos, animales con tres patas, es un tema que puede estar relacionado con un hito esencial en la evolución de la vida en la Tierra, según un nuevo estudio. “Si estamos tratando de entender cómo ocurre la evolución como un proceso, necesitamos entender qué puede y qué no puede hacer”, dijo el autor.
Graduado de la Universidad de California, Tracy Thomson publicó su artículo en Bioensayos el 18 de septiembre de 2019. La idea surgió durante una clase sobre evolución con el paleontólogo Geerat Vermeiji. El maestro desafió a los estudiantes a pensar en un fenotipo “prohibido” y luego a inventar un animal o una planta que simplemente no podría existir.
Thomson empezó a reflexionar sobre cómo hay animales que utilizan tres puntos de apoyo para moverse, para mantenerse en alguna función o para descansar, pero al mismo tiempo no hay trípedos, animales con tres extremidades.
Hay muchos ejemplos de animales que utilizan tres soportes de alguna manera. El pájaro carpintero usa las plumas de la cola para agarrarse al árbol. Los suricatos permanecen erguidos sobre dos patas y su cola. Los insectos de seis patas tienen modos de movimiento en los que se mueven tres a la vez, dos en un lado y uno en el otro. Los loros se mueven con la ayuda de su pico.
(Suricata – Universidad de Zúrich)
Estar en tres soportes cancela el gasto energético para permanecer estable, en lugar de estar en dos. Para ser bípedo, el animal necesita tener patas grandes y anchas y un esfuerzo de los músculos para mantenerse equilibrado.
No importa cuántos miembros tengan, es un hecho que la inmensa mayoría de los animales son bilaterales. La simetría bilateral está tan impregnada en el ADN de los animales que es posible deducir que esta marca genética tuvo lugar en la evolución temprana de la vida animal, mucho antes de que existieran patas, garras, garras o algo por el estilo. Cuando llegaron a existir, evolucionaron a partir de la premisa de los “dos lados” al generar miembros en pares.
Es difícil decir cómo se comportaría realmente un trío: los tres comportamientos de apoyo que existen en la naturaleza no se aplican necesariamente al animal de tres patas.
“Este tipo de experimento reflexivo es útil para desarrollar nuestras ideas sobre la evolución”, comentó Thomson sobre el desafío que lo inspiró.
¡Otro recordatorio de que la creatividad y la ciencia van juntas!