Por un lado, tenemos al gran tiburón blanco (Carcharodon carcharias), uno de los mayores depredadores de los mares, que puede medir hasta 7 metros de largo y pesar más de 2 toneladas; por el otro, la orcaOrcinus orca), un mamífero con fama de “asesino” que puede llegar a medir hasta 10 metros de largo y pesar entre 9 y 10 toneladas. Si durante un enfrentamiento entre estos dos animales tuvieras que apostar por uno de ellos, ¿cuál sería?
Sepa que la pelea probablemente no ocurriría, ya que un estudio reciente reveló que uno de estos animales tiene miedo del otro y ciertamente huiría rápidamente antes del enfrentamiento. Según Madison Dapcevich, del sitio web IFLScience !, se realizó una encuesta con 165 tiburones que cada año, entre septiembre y diciembre, migran a las Islas Farallón, frente a la costa de San Francisco, California, para cazar elefantes marinos.
Miedo y respeto
Los tiburones han sido estudiados durante algunas décadas y, entre los años 2003 y 2016, recibieron equipos de monitoreo para que los científicos pudieran monitorear su comportamiento. Además, hay encuestas sobre animales que migran a California, agregando 27 años de observaciones; y fue en la región de Farallón donde se vieron por primera vez las orcas atacar y devorar un gran tiburón blanco a finales de la década de 1990.
Los investigadores cruzaron la información obtenida de los dispositivos de rastreo adheridos a los tiburones con los registros de avistamientos de orcas en la zona y el resultado reveló que, una vez que los mamíferos asesinos aparecen en la zona, los tiburones se van y no vuelven a aparecer por períodos que puede durar hasta 1 año, ¡incluso si las orcas están de paso! Eso es miedo y respeto …
Según el estudio, tan pronto como las orcas están a poco más de 3 km del lugar donde a los tiburones les gusta reunirse para cazar, en las afueras de las Islas Farallón, los peces grandes se retiran, para alegría de los elefantes marinos. Esto se debe a que, aunque estas criaturas también están en el menú de las ballenas (que, en realidad, pertenecen a la familia de los delfines), el número de individuos capturados es entre 4 y 7 veces menor que cuando los tiburones se asientan en la zona para picar.
Los científicos aún no saben si las orcas viajan a la región con el propósito de cazar tiburones o ahuyentarlos para obtener acceso libre a sus presas. Tampoco han descubierto cuál es el efecto del desplazamiento de tiburones cuando las ballenas deciden aparecer en las Islas Farallón y la caída en el número de capturas de elefantes marinos, pero puede ser que las visitas de orcas provoquen un desequilibrio en el ecosistema de la región.