Recientemente, durante un evento en el estado de Texas, el presidente de los Estados Unidos, Donald Trump, se declaró nacionalista. La declaración provocó el aplauso de algunos, pero estremece a otros. Pero, después de todo, ¿qué quiso decir con “ser nacionalista” y qué significa ese término política e históricamente?
A lo largo de la historia de la humanidad y de los diferentes tipos de gobierno que se ejercen en todos los continentes, el nacionalismo ha tomado formatos que dependen básicamente de quién se declara nacionalista. Primero, en su sentido más básico, ser nacionalista significa poner a su nación por encima de todas las cosas.
¿No es eso exactamente lo que se espera de un presidente o primer ministro? ¿Que defiende los intereses del país que representa? Aquí es donde debemos tener mucho cuidado al entender una declaración de Trump, porque realmente puede ser preocupante, dependiendo de cómo se mire y de qué tan profundo sea interpretar el término.
Primero, porque cuando un gobernante llega al punto de declararse nacionalista, puede estar sopesando la necesidad de defender el país. – a menudo de agentes que no son necesariamente una amenaza. También es necesario tener en cuenta todo el contexto de actuación de este político: sus actitudes, las medidas que logró implementar y sus principales objetivos.
En el caso de Trump, según Jack Citrin, profesor emérito de ciencias políticas de la Universidad de California en Berkeley, la confusión con el término puede deberse a la feroz oposición al presidente. “Y parte de eso es un compromiso más serio con qué tipo de nacionalismo es apropiado, liberal, inclusivo, no duro y regresivo”. Y esta es la gran diferencia que hace que el nacionalismo deje de ser patriotismo, puro y simple, para ser interpretado como una amenaza diplomática.
Está bien exaltar a su nación, pero un líder político no debe pensar que su país necesita estar por encima de todos los demás, ya que históricamente esta posición genera conflictos internos y externos, basados en el prejuicio y una ideología de superioridad.
En el caso de Trump, el nacionalismo se materializa en mucho más que el proteccionismo derivado de episodios como el 11 de septiembre. Existe un fuerte incentivo al sentimiento de superioridad de sus ciudadanos, lo que aumenta la xenofobia y conduce a episodios como el infame muro para mantener alejados a los inmigrantes y la separación de los niños de sus padres cuando son detenidos por inmigración.
Más que eso, la idea de nacionalismo se puede confundir fácilmente con la idealización de una población, como sucedió en la Alemania de Hitler, por ejemplo, quizás el caso más conocido de todos. Con el pretexto nacionalista de valorar la raza aria, considerándola superior a todas las demás, el Reich eliminó todo lo que era diferente. – es decir, un nacionalismo excluyente que ignora a parte de la ciudadanía.
Por eso ser nacionalista puede tener muchos significados. Básicamente, todo el mundo puede ser nacionalista; la gente simplemente no está de acuerdo sobre lo que constituye su idea de nación.
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