Una bola de boliche es solo un caparazón duro con tres agujeros para que puedas meter los dedos, ¿verdad? Incorrecto. De hecho, su interior está compuesto por varios materiales diferentes que pueden marcar la diferencia a la hora de jugar.
A grandes rasgos, se componen básicamente de dos partes: el núcleo y el cubreobjetos (la capa que recubre la pelota). El core es la parte más importante y se diferencia mucho de una pelota a otra, dándole diferentes habilidades a cada una de ellas.
Todas las empresas fabricantes desarrollan estrategias para ofrecer rendimientos específicos para cada tipo de bola creada en el proceso de fabricación. De esta manera, las bolas de boliche pueden adquirir formas y materiales completamente inusuales desde el interior, haciendo que presenten actuaciones únicas en las pistas de juego.
El proceso de diseño básico es el primer paso en la planificación de una bola de boliche. A través de proyecciones animadas en una computadora (a través de CAD), los diseñadores desarrollan el concepto principal, que está desequilibrado dinámicamente para hacer que la pelota se estabilice mientras viaja por la pista.
Esto hace que ruede en un punto diferente en cada revolución, evitando así el desgaste y la acumulación de aceite en el mismo carril de la pista. Además, los núcleos se construyen con diferentes densidades. Algunos tienen un centro más pesado y algunos núcleos se construyen con el peso distribuido hacia la superficie de la esfera.
Mike Flanagan de Storms, una de las marcas de bolas de boliche más conocidas del mundo, explica cómo funciona este proceso en el siguiente video.
* Publicado el 02/11/2015
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