1. ¿Cómo se creó Halloween?

Todo comenzó hace miles de años, con los celtas, que ocuparon lo que ahora conocemos como Irlanda, Gran Bretaña y el norte de Francia. En ese momento, celebraron el Año Nuevo el 1 de noviembre, que también fue el comienzo del invierno. Así, el 31 de octubre simbolizaba el final del año y se llamaba “Samhain”.

En esa fecha, los celtas creían que la línea que separaba el mundo de los vivos y los muertos se volvió borrosa, permitiendo que los fantasmas regresaran a la Tierra. Aunque podían hacer daño, también estaba el lado positivo: ¡los druidas, líderes religiosos, podían aprovechar la presencia de espíritus para predecir el futuro!

En “Samhain”, la gente vestía disfraces hechos con cabezas de animales y encendía grandes fogatas, en las que se realizaban sacrificios. Además, dejaban comida y bebida en las puertas de las casas para que los fantasmas pudieran alimentarse.

En el 43 d. C., el Imperio Romano, que ya había conquistado gran parte del territorio, terminó mezclando las fiestas celtas con la “Feralia”, la conmemoración romana que celebraba a los muertos.

2. ¿Por qué usamos disfraces?

Como se explicó anteriormente, la gente solía adornarse con cabezas y pieles de animales. La idea era “mezclarse” con los espíritus que llegaban a la Tierra para no despertar su ira.

3. ¿Cómo se convirtió “Samhain” en Halloween?

Después de que los romanos mezclaron hábilmente la cultura del gobernante con la de los gobernados, el cristianismo entró en escena, y adivinen qué: la mezcolanza de vacaciones tuvo que cambiar nuevamente. Después de todo, los cristianos también querían imponer sus costumbres. Así, el 1 de noviembre se convirtió en el “Día de Todos los Santos”. Esta fiesta también se llamaba All-hallowmas en inglés medieval. La noche anterior, 31 de octubre, cuando se celebraba Samhain, se llamaba Víspera de Todos los Santos (Víspera de Todos los Santos, en portugués), que con el tiempo se convirtió en Halloween.

4. ¿De dónde vienen las calabazas?

En Irlanda y Gran Bretaña, existe la leyenda del “Jack O’Lantern”, un hombre rudo que durante una borrachera terminó haciendo algunos tratos con el Diablo. Sin haber cumplido su palabra, fue arrojado del cielo y del infierno y condenado a vagar con un trozo de carbón para guiar su camino en la oscuridad. Jack luego puso el carbón en un nabo y se alejó.

Ahora te estarás preguntando, ¿cuál es la relación entre un nabo y una calabaza, verdad? La explicación es simple: las calabazas abundaban en los Estados Unidos y eran mucho más fáciles de tallar que los nabos.

Ahora sabes de dónde vienen tantas costumbres que se han perpetuado a lo largo de los años.

By memeo

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