Hace unos 20 años, Micha Stunz (no es su nombre real) recibió una bomba de agrandamiento del pene y la curiosidad era demasiado grande para que no experimentara lo que se sentía al usarla. Desde entonces, ha descubierto otras formas de aumentar el tamaño de su “miembro”.
El siguiente paso después de la bomba fue inyectar solución salina para aumentar temporalmente el volumen de su pene, pero con el tiempo el cuerpo absorbió la solución salina y el efecto desapareció. Luego, Micha fue a buscar algo que fuera más permanente, pero le tomó algunos años descubrir la aplicación de silicona.
El procedimiento inicialmente solo se realizó en Londres, a 900 km de Berlín, donde vive el alemán, pero después de un tiempo conoció a un médico local que no solo conocía el método, sino que también se lo aplicó. Micha le preguntó por todos los pros y contras de la silicona, pero al mismo tiempo conoció a un estudiante de medicina que realizó las primeras aplicaciones de la sustancia.
aunque tímido
Hoy, después de cuatro inyecciones en su pene y escroto, el peso del “paquete” del alemán es de 4,3 kg y mide 23 cm de largo por 9 cm de ancho. Incluso con todo esto, se considera una persona tímida y siempre trata de disfrazar a la mayor parte de su “amigo” cuando está en público, por lo general con un bolso o mochila frente a su entrepierna.
Stunz, que ahora tiene 45 años, solo se deja observar con más libertad cuando va a clubes o participa en The Folsom Europe Festival, un evento dirigido a los fanáticos del fetichismo y el bondage que se realiza anualmente en Berlín. El hombre encargó un traje de baño de látex hecho especialmente para asistir a estas ocasiones y estar más cómodo.
Dice que no hizo los aumentos para sentirse mejor o para recibir más atención, sino para sentirse mejor consigo mismo. Obviamente, las proporciones de su pene han dificultado o imposibilitado hacer algunas cosas durante el sexo, pero Micha soluciona esto con un poco de creatividad y la mente abierta de sus parejas.
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